MY INTERVIEW WITH canarias3puntocero

James Wakibia: “La contaminación por plásticos es un problema mundial que requiere responsabilidad colectiva”

James Wakibia
6 min readNov 5, 2020

Hace cinco años, el fotoperiodista keniano James Wakibia lanzó una campaña en redes sociales para visibilizar y concienciar sobre los efectos del uso de plásticos en Nakuru, su pueblo natal. “No me sentía bien viviendo en un entorno que se ahogaba en desechos de plástico. Sentía que tenía el deber de denunciar la contaminación medioambiental”, cuenta a Canarias3puntocero. Las imágenes pronto llegaron a ojos del Gobierno estatal, que dos años más tarde aprobó la prohibición de bolsas de plástico de un solo uso en el país. Así, de forma algo inesperada, Wakibia se convirtió en una de las voces más activas en la defensa del medio ambiente en Kenia y en los países de la región oriental del continente africano.

En el año 2015, comenzó la campaña #banplasticsKE en redes sociales para denunciar las consecuencias del consumo de plásticos en su pueblo. ¿Esperaba la repercusión que tuvo? Y, sobre todo, ¿esperaba que llegara al gobierno y se prohibiera el uso de bolsas de plástico de un solo uso, como ocurrió en 2017?

Llevé a cabo la campaña porque tenía esperanzas de cambio. Para entonces Ruanda ya había prohibido las bolsas de plástico, por lo que sabía que lo que estaba defendiendo era posible. La prohibición ha tenido mucho éxito y sus efectos son como había previsto. Ver calles con menos residuos plásticos me hace sentir muy orgulloso. Por supuesto, ha habido algunos pocos contratiempos en la aplicación de la prohibición, pero es algo en lo que se puede trabajar.

¿Cómo cuáles?

Me refiero a algunos desafíos, como la porosa frontera entre Kenia y Uganda, que posibilita el comercio en el mercado negro. También a los comerciantes que siguen empeñados en suministrar plásticos ilegales y a la laxitud de los encargados de hacer cumplir la ley para garantizar que la prohibición se aplique al pie de la letra.

Tras esa prohibición del uso de bolsas de plástico, llegó la prohibición del uso de botellas de plástico de un solo uso en espacios públicos. ¿Cree que esas normas son síntoma de que algo está cambiando en el gobierno, en el país? Quiero decir, ¿hay un avance real en las políticas medioambientales en Kenia?

Creo que nuestro gobierno se está tomando muy en serio la cuestión de la conservación. Prohibir las bolsas de plástico en 2017 y restringir el uso de plásticos de un solo uso es una decisión valiente que muestra que el gobierno está preparado para proteger el medio ambiente. La prohibición de las bolsas de plástico y algunos plásticos de un solo uso en algunas zonas ha ayudado en gran medida a reducir la contaminación y, al mismo tiempo, ha hecho que la gente sea más consciente del uso y la eliminación de los plásticos y otros residuos.

El año pasado se celebró en Nairobi la IV Asamblea de Medio Ambiente de la ONU. En ella se anunció un acuerdo sobre la contaminación marina por plásticos y microplásticos. Sin embargo, no entrará en vigor hasta 2030. ¿Qué opina de esa decisión?

Qué desperdicio, es una total pérdida de tiempo y recursos celebrar una reunión de importancia internacional y no llegar a nada significativo, solo a una charla vacía y dilatoria. ¿Por qué una crisis esperaría diez años para empezar a resolverse? La contaminación plástica está afectando a todas las facetas de la vida; estamos bebiendo, comiendo e inhalando plástico. ¿Qué más pruebas se necesitan para que finalmente se aborde este problema de forma integral? Hay un estudio que dibuja un panorama desalentador: para el 2050 habrá más plástico que peces en el océano. Si este estudio no hace que los gobiernos actúen, ¿qué lo hará? Debemos ponernos serios y abordar ya la contaminación por plásticos.

Voluntarios limpian una zona contaminada del río Ruaka, en Nairobi. / James Wakibia

El pasado mes de agosto, The New York Times informaba de que empresas petroleras están presionando para influir en las negociaciones comerciales de Estados Unidos con Kenia para revertir sus estrictos límites sobre el uso de plásticos. ¿Cree que esas presiones pueden conseguir su propósito? ¿Qué significaría para Kenia?

Esta es una amenaza muy seria, que proviene de la nación más poderosa del mundo. Estados Unidos podría fácilmente hacer que Kenia dé su brazo a torcer para que acepte el acuerdo comercial. Si ese acuerdo sigue adelante, Kenia podría tener que levantar su estricta prohibición de las bolsas de plástico, lo que haría retroceder todos los logros que hemos obtenido en los últimos tres años. Kenia también podría convertirse en el centro de producción de plásticos de América para África, lo que significa que habrá más contaminación proveniente de las plantas petroquímicas, como es el caso de Saint James en Luisiana, donde el aire, el suelo y el agua están muy contaminados por los procesos de estas plantas. Más producción de plástico significa más contaminación. No podemos hacer frente a eso.

Recuerda que el año pasado Estados Unidos se negó a ratificar el Convenio de Basilea, que controla el comercio mundial de residuos plásticos, lo que muestra que Estados Unidos no está comprometido con la protección del medio ambiente. No queremos que nuestro país se convierta en un vertedero con la excusa de que Estados Unidos nos ayudará a poner la infraestructura de reciclaje necesaria. Debería hacerlo en su territorio.

¿Cómo hacer que la población con ingresos medios o bajos deje de usar plásticos, que es un material bastante económico, y opte por unas alternativas más costosas, como pueden ser bolsas de tela u otros materiales sostenibles?

Interesante pregunta. Hace sólo unos años la gente nunca usaba plástico, usaban otros productos muy sostenibles como sisal, tela, papel, vidrio, etcétera. Por lo tanto es una narrativa errónea, perpetuada en su mayor parte por la industria del plástico, que la gente pobre — la población con bajos recursos — necesita más plástico porque es barato. ¿Cómo puede ser barato el plástico si termina destruyendo el medio ambiente y tenemos que gastar tantos recursos para limpiarlo? ¿De dónde viene la lógica de que sea barato? Toda esta gente que se sirve de utensilios de plástico de un solo uso y cubiertos en los vuelos, ¿crees que son población con bajos recursos? Pero, claro, se intenta hacer ver como que el plástico ayuda a los pobres. Si puedes permitirte volar, no eres pobre; por lo tanto, no se trata de los pobres, sino de los beneficios.

“Necesitamos un tratado mundial, jurídicamente vinculante, para mitigar la contaminación por plásticos y no sólo el comercio de desechos plásticos”

¿Qué cree, entonces, que es necesario para lograr que todos los países trabajen por la preservación del medio ambiente?

La contaminación por plásticos es un problema mundial que requiere responsabilidad colectiva. Necesitamos un tratado mundial, jurídicamente vinculante, para mitigar la contaminación por plásticos y no sólo el comercio de desechos plásticos. Como activista y fotógrafo que ha visto y documentado la plaga de la contaminación plástica, estoy de acuerdo con quienes piden un tratado internacional para abordar este asunto.

En cuanto a concienciación, por ejemplo, la iniciativa FlipFlopi, que también nació en Kenia, hace una labor muy importante. ¿Qué otras iniciativas existen en su país para conservar el medio ambiente?

Hay muchas iniciativas de empresarios que se han aventurado en la economía circular y que ahora reciclan plásticos, como Mr. Green Africa, Eco Blocks and Tiles o Regeneration Africa, por nombrar solo algunas. También hay muchas organizaciones de base comunitaria que están llevando a cabo programas de sensibilización en todo el país y ayudan a la gente a comprender mejor las formas de gestionar sus desechos plásticos. Creo que la sociedad es ahora más consciente de la contaminación del plástico que hace unos años y todo es gracias a los esfuerzos de las iniciativas de concienciación.

¿Y qué proyectos tiene en marcha o quiere desarrollar próximamente?

Actualmente estoy documentando la contaminación por plásticos en toda Kenia, utilizando la fotografía y las redes sociales. Espero hacer pronto exposiciones en diferentes ciudades de Kenia y África como parte de mis campañas contra la contaminación por plásticos. También nos hemos asociado con la organización FlipFlopi para pedir a los países miembros de África oriental que prohíban los innecesarios y problemáticos plásticos de un solo uso en toda la región. El barco FlipFlopi, único en el mundo, que se fabricó con desechos plásticos el año pasado, navegó 500 kilómetros desde Lamu, en Kenia, hasta Zanzíbar, en Tanzania, para concienciar sobre los desechos plásticos en el mar. El próximo año navegará por el Lago Victoria para seguir transmitiendo ese mismo mensaje.

Written by Laura P. Yanes

First Published by canarias3puntocero

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James Wakibia

Environmental Activist and Photojournalist. Read my new series of Eco-Interviews here. jameswakibia.com